El rococó, que interactúa, y hace parte y complemento del barroco, es un
arte de interiores que se define como un individualista, antiformalista y
cortesano, y busca reflejar lo agradable y refinado. La forma predominante en
los objetos del rococó es la forma circular, y el uso excesivo de este hace
perfecto contraste con las imponentes estructuras del barroco, además, porque
al igual que este, es completamente excesivo y recargado de forma y color.
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